domingo, 21 de diciembre de 2008

LA LECTURA

Si tratamos de analizar las situaciones de lectura cotidiana, se puede comprobar, con facilidad, que todo individuo alfabetizado realiza numerosos actos de lectura, en forma mecánica, desde el momento que se levanta hasta que llega a su primer destino:
- lee la hora en el reloj;
- lee los titulares, los chistes, el pronóstico del tiempo ... en el diario que acaba de levantar de la puerta de su casa;
- lee el nombre de algún producto que consume en el desayuno; - lee las instrucciones de una tostadora nueva;
- lee la síntesis que realizó para su charla en la Universidad;
- lee el título de un libro que lleva para amenizar el viaje;
- lee para revisar una lista de compras que escribió para la vuelta;
- lee la boleta del gas que indefectiblemente debe pagar ese día;
- lee ...
Se podrían sintetizar, entonces, los propósitos de la lectura en:
- leer para obtener información;
- leer para escribir;
- leer para revisar lo que uno ha escrito;
- leer para exponer (y argumentar);
- leer para seguir instrucciones;
- leer para disfrutar, para emocionarse, para recordar ...
Dada la importancia de la lectura en la vida cotidiana, es necesario reflexionar sobre el papel que cumple la escuela en la formación de lectores competentes, y no perder de vista la inclusión de propuestas y de textos que guarden estrecha relación con la realidad, es decir, textos de circulación social.
Y dentro de la escuela no podemos soslayar el rol de lectores que nosotros, como docentes, debemos "mostrar" a los alumnos. Para indagar sobre su "imagen como lector" le proponemos que responda lo siguiente:
¿Me gusta leer?
¿Qué es lo que más me gusta leer?
¿Qué es lo que menos me agrada leer?
¿Para qué leo? (para pasarla bien, para comunicarme, para distraerme, para informarme, para estudiar, para aprender ... )
¿Cuándo leo?
¿Con qué estados de ánimo?
¿Leo sola/o? ¿Leo a otro/s? ¿Leo con otros?
¿Qué siento cuando leo?
¿Cómo leo? (Rápidamente, con tranquilidad, con interrupciones, con música de fondo ... )
Mientras leo, ¿consulto diccionarios u otros libros?
¿Releo? ¿Qué textos? Como lectoras (ávidas, casi "adictas") creemos conveniente cerrar este artículo, recordando las palabras de Umberto Eco:
" ... Pero con el lenguaje, los viejos se convirtieron en la memoria de la especie: se sentaban en la caverna, alrededor del fuego, y contaban lo que había sucedido (o se decía que había sucedido, esta es la función de los mitos) antes de que los jóvenes hubieran nacido (..) Hoy los libros son nuestros viejos. No nos da­mos cuenta, pero nuestra riqueza respecto del analfabeto (o del que, alfabeto, no lee) consiste en que el está viviendo y vivirá sólo su vida y nosotros hemos vivido muchísimas. Recordamos, junto a nuestros juegos de infancia, los de Proust; sufrimos por nuestro amor, pero también por el Plramo y Tisbe; asimilamos algo de la sabiduría de Solón; nos han estremecido ciertas noches de viento en Santa Elena y nos repetimos, junto con la fabula que nos ha contado la abuela, la que había contado Scheherezade. (..) El libro es un seguro de vida, una pequeña anticipación de inmortalidad. .. "(4)

Notas
(1) Sole, Isabel: Estrategias de lectura. Barcelona. Graó. 1993.
(2) Jolibert, Rosette y otros: formar niños lectores de textos. Chile. Hachette. 1992.
(3) Quintero, Nucha y otros: a la hora de leer y escribir textos. Bs. As. Aique. 1993.
(4) Eco, Umberto: por que los libros prolongan la vida. La Nación. 1991.

Graciela Gallelli Norma Salles